- Área: 6910 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Jaime Navarro
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Proveedores: Interceramic, Durock, Losacero y Concreto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Al emprender su primer desarrollo en el norte del país, Grupo Altozano, deseaba generar un edificio que marcara una huella en le región de La Laguna. Con la influencia de su situación de borde: a la orilla del Río Nazas, en el límite de dos estados y de dos ciudades, el proyecto se concibió como un borde suave, habitable y social. Una geometría serpenteante que emerge como parte del terreno generando un techo habitable en rampa que desemboca en una terraza con vistas a través del río.
El edificio se curvea respondiendo a orientaciones óptimas y vientos dominantes para alojar espacios de encuentro que sean frescos dadas las condiciones climáticas del sitio. El programa arquitectónico está distribuido en dos plantas accesibles desde el gran espacio continuo que conforma el lobby y el snack en doble altura, protegido por louvers y árboles en su interior y con vistas a los lagos que colindan con el edificio al sur.
Desde este gran espacio arbolado se accede a las zonas administrativas y de ventas, así como a la alberca techada. Asimismo, un eje de circulación atraviesa el espacio para vincularlo con la zona de albercas exteriores hacia el sur, y las canchas deportivas hacia el norte. Los salones de eventos se plantearon como una unidad de programa independiente, con su propio acceso, por lo cual a estos se llega a bajo un gran volado de 13 m que actúa como una gran marquesina de entrada y terraza de eventos. Las áreas de servicio se alojan en la parte más delgada del cuerpo del edificio hacia el oriente.
A la Planta Alta se accede a través de un elevador o de dos escaleras que se conectan en cada uno de los extremos del pasillo con vistas a la doble altura del lobby y el snack. Este pasillo vincula la zona de baños vestidores de hombres y mujeres con el área deportiva. La zona de baños y vestidores tiene acceso a una terraza en voladizo al norte que funciona como zona de relajación. Hacia la punta poniente del edificio se localiza el gimnasio en el gran voladizo, así como los salones multiusos.
La fachada del proyecto está recubierta en pizarra española en lajas de 23 cm x 32 cm. Éstas lajas actúan como las escamas de una serpiente absorbiendo las superficies con doble curvatura que genera el volumen del edificio. Al ser una fachada ventilada dichas lajas actúan como aislante de la temperatura hacia el interior del edificio. La fachada norte del edificio se curvea hacia el oriente y tiene una gran apertura que marca el acceso principal al edificio. Y la fachada sur del edificio tiene un gran arco con louvers que protegen de los asoleamientos hacia el sur del edificio.
En conclusión, el proyecto cumple con el objetivo de generar un edificio icónico, pero que incentiva la interacción social. La generosidad de sus espacios sociales arbolados resulta en ambientes frescos y confortables. La piel del edificio actúa como una capa protectora perfectamente integrada a la idea volumétrica de un borde suave.